¿Qué hago con mis residuos?
Antes de adquirir lo que creemos necesitar, debemos revisar lo que ya tenemos. Esta acción permite comprar lo necesario atendiendo a un consumo responsable. Pensar y analizar las alternativas que existen apostando por las más ecológicas o sostenible para cubrir esa necesidad.
Practicar un consumo responsable, reflexivo y crítico. Repensar nuestra forma de consumo es el mejor criterio a la hora de elegir entre las diferentes opciones.
No es cuestión de dejar de consumir, sino hacerlo mejor y con criterios ecológicos. Menos bienes o productos, menos explotación de recursos naturales, menos contaminación y por tanto, menos residuos.
Comprar a granel es una buena opción. Llevando siempre nuestras propias bolsas o envases.
Decir “no” a productos con envoltorios innecesarios o sobre empaquetados. Decir “no” a productos de “usar y tirar”.
Rechazar productos que tengan un gran impacto ambiental, que no sean reciclables o biodegradables.
Productos que para su fabricación hayan consumido recursos no renovables o aquellos que tiene una huella ecológica muy alta.
Reutilizar es la acción que permite volver a utilizar los bienes o productos antes de convertirlos en residuos, alargando su uso, igual o diferente al que tenía.
Este proceso hace que cuantos más productos u objetos volvamos a usar, menos residuos produciremos. Además, Prolongar la vida útil de los bienes que tenemos contribuye a disminuir el impacto ambiental pues se requieren menos recursos
La reutilización es posible de muchas formas. Al hacer la compra, tenemos que llevar bolsas de tela o de otros materiales que permitan su uso prolongado
Las baterías recargables son menos nocivas que las de un solo uso. Las hojas de papel se pueden utilizar por ambos lados y las cajas de cartón se pueden aprovechar más veces para guardar otros objetos. Los libros, los discos, la ropa, etc. se pueden intercambiar entre familiares y amigos, y tampoco está de más darse una vuelta por los mercados de segunda mano.
Cuidar de manera adecuada los productos, hacer caso de las recomendaciones de los fabricantes y repararlos siempre que se pueda favorecerá que duren más.
La imaginación también es una herramienta poderosa para la reutilización, ya que podemos dar rienda suelta a la imaginación convirtiendo una caja en un coche, una botella en un semillero, y un sinfín de ideas para disfrutar.
No hay nada suficientemente roto que no se pueda arreglar . Una gran cantidad de objetos cotidianos se convierten en residuos sólo porque preferimos adquirir algo nuevo antes de reparar lo usado; ropa, zapatos, teléfonos, ordenadores, Hay muchos objetos que son susceptibles de reparar para seguir disfrutando de su uso.
¡Sólo tienes que reparar en ello!
El reciclaje es el proceso mediante el cual los residuos se convierten en nuevos recursos materiales con los que fabricar otros productos. De esta forma, los desechos se someten a un proceso de transformación fisicoquímico convirtiéndose en un nuevos materiales ahorrando así materias primas, agua y energía
El reciclaje comprende varias etapas, desde la separación en origen, el depósito diferenciado en los diferentes contenedores, la recogida diferenciada, la recuperación de los residuos hasta la transferencia, la clasificación y la transformación final en plantas de reciclaje. Gracias a este proceso, los materiales viejos pueden iniciar un nuevo ciclo de vida y una nueva utilización.
El reciclaje es el último paso en la jerarquía de los residuos que permite convertir em recursos lo que pudieran ser residuos sino se depositan en el lugar correcto.
Amarillo: Envases plásticos, metálicos y tipo brick.
Azul: Papen y cartón
Verde: Vidrio.
Gris: Fracción resto
Marrón: Biorresiduos
El reciclaje comprende varias etapas, desde la separación en origen, el depósito diferenciado en los diferentes contenedores, la recogida separada, la recuperación de los residuos hasta la transferencia, clasificación y la transformación final en plantas de reciclaje. Gracias a este proceso, los materiales viejos pueden iniciar un nuevo ciclo de vida y una nueva utilización.
El reciclaje ahorra energía de forma significativa. Es menos costoso reciclar un material que fabricarlo desde su materia prima, como ocurre por ejemplo con el aluminio, la hojalata, el vidrio...
También ayuda a evitar la sobre explotación de los recursos naturales. El reciclaje hace posible que los materiales originales puedan ser aprovechados con un nuevo uso, sin que sea necesario extraer recursos naturales para fabricarlos
El reciclaje reduce los desechos que acaban en vertederos o peor aún, en entornos naturales depositados de forma indebida.
Separar los residuos de manera adecuada para su posterior reciclaje es una acción con múltiples beneficios medioambientales que repercuten en toda la sociedad.